Policías y militares ingresaron nuevamente a la Penitenciaría del Litoral
Cientos de militares y policías ingresaron nuevamente a la Penitenciaría del Litoral (Guayaquil), la prisión más grande del país, que ha sido intervenida desde hace más de 10 días y que fue escenario de la última matanza carcelaria ocurrida en Ecuador.
Un equipo de Ecuavisa constató que aproximadamente desde las 04:00 de este jueves 3 de agosto entraron al reclusorio unos 10 buses con militares, además de un contingente policial.
Hasta las 06:40, el Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad (SNAI), el organismo que regenta la cárceles del país, no brindaba detalles sobre esta nueva intervención. Por otra parte, otro equipo de Ecuavisa en el sitio señalaba que había escuchado al menos cuatro detonaciones.
A pesar de este operativo reciente, la Vía a Daule no se había cerrado al tránsito vehicular, como ocurrió en ocasiones anteriores.
La última masacre en la Penitenciaría del Litoral, que tuvo lugar entre el sábado 22 y domingo 23 de julio, dejó 31 reos muertos, según la Fiscalía General del Estado (FGE), aunque la Policía Nacional maneja otra cifra y el mismo SNAI no precisa aún el número exacto.
Por otra parte, este nuevo episodio de violencia derivó en la renuncia del titular del SNAI, Guillermo Rodríguez, quien alegó motivos «estrictamente personales y familiares» para su salida. Hoy, el SNAI no tiene un director definitivo.
Tras la matanza, que además originó hechos violentos en Esmeraldas, Guayaquil y Manta, el presidente de la República, Guillermo Lasso, decretó nuevos estados de excepción en las provincias de Los Ríos, Manabí, el cantón Durán (Guayas) y en todas las cárceles del país.
Durante los dos últimos años han sido recurrentes estos estados de excepción temporales decretados por el Gobierno para enfrentar picos de violencia y criminalidad en distintas provincias.
Este fenómeno se ha vuelto en la principal preocupación de la opinión pública del país, al convertirse en tónica habitual los asesinatos a manos de sicarios, los atentados contra las fuerzas del orden, los secuestros y las matanzas en cárceles y en calles a manos de bandas armadas.
Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de muertes violentas de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes, catapultada por la delincuencia callejera y la criminalidad organizada, ligada en gran parte al narcotráfico, que ha convertido en los puertos ecuatorianos en grandes trampolines para enviar cocaína a Europa y Norteamérica.
Fuente: Ecuavisa