¿Cómo desapareció Hernán Mendoza, el joven que fue hallado muerto en el río Guayllabamba?
Un mes de angustia llegó a su trágico desenlace cuando el cuerpo de Hernán Mendoza emergió en las orillas del río Guayllabamba, en Quito. La desaparición del joven ingeniero en Telecomunicaciones de 30 años, desde aquel fatídico 26 de enero de 2024, ha sacudido a la ciudadanía y destapado el modus operandi de una banda criminal dedicada al robo mediante el uso de escopolamina.
De acuerdo con el relato del amigo de Mendoza, quien lo acompañaba la noche del 26 de enero de 2024, ambos fueron víctimas de la escopolamina. Tras asistir a una reunión en el sector de La Pradera, en la capital, ambos fueron abordados por dos individuos desconocidos, que los condujeron en un taxi.
Mendoza y su amigo aceptaron bebidas ofrecidas por los desconocidos; este último perdió el conocimiento y despertó horas más tarde desorientado en una calle del sur de Quito, tras ser despojado del dinero que tenía en su cuenta bancaria y sin conocer la ubicación de Mendoza.
Testimonio del taxista
Luego de la alerta, las autoridades policiales detuvieron al taxista, identificado como Franklin A.,quien trasladó a las víctimas y a los dos implicados en este crimen.
Según el relato del taxista, él solo transportó a Mendoza y su amigo, por solicitud de dos conocidos que usualmente requerían sus servicios para carreras, identificados como Félix F. y Stalin Aponte, quienes estarían relacionados con otros casos de robo bajo la misma modalidad.
El conductor del taxi indicó que los cuatro hombres se dirigieron a un «amanecedero» (burdel), pero al no encontrar ninguno abierto, decidieron ir «todo al sur», detalla un reporte del medio Ecuavisa.
En el transcurso del viaje, cambiaron de rumbo varias veces hasta que uno de los pasajeros les indicó regresar por la avenida Simón Bolívar hacia el sur, momento en el cual dos de los jóvenes se bajaron aparentemente para orinar.
En ese sector abandonaron al amigo de Mendoza y siguieron por el sur. «Ya pasando la Forestal, Stalin dijo ‘para, para por aquí, para bajarle a este muchacho'». Así lo hicieron y avanzaron hasta el terminal de Guamaní, donde Félix le habría pedido a Franklin que le preste una llamada desde su celular, pero lo habría utilizado para sacar dinero de las cuentas de los de los jóvenes.
El taxista afirmó que continuó con el trayecto debido a que pagaban bien, recibiendo esa noche la suma de $ 50 por el servicio.
Franklin A. será procesado por desaparición con resultado de muerte. La Fiscalía anunció que reformulará el cargo en su contra, luego de que se confirmara que los restos hallados en el río Guayllabamba, corresponden al joven de 30 años.
El artículo 163.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) tipifica y sanciona el delito de desaparición involuntaria con resultado de muerte, con privación de libertad de veintidós a veintiséis años.
Fuente: Revista Vistazo