A un día del cierre de la instrucción fiscal del caso Villavicencio, dos de las seis versiones convocadas fueron receptadas
A un día de que concluya la instrucción fiscal del caso por el asesinato de Fernando Villavicencio, este lunes se tomaron dos de las seis versiones convocadas por la Fiscalía. Una de ellas correspondió a María Paula Christiansen, pareja del procesado José Serrano y exfuncionaria del Ministerio del Interior durante la gestión de Serrano.
Christiansen rindió su versión vía Zoom desde Estados Unidos, país en el que reside y donde Serrano permanece detenido. Tras la diligencia, los abogados de las víctimas ofrecieron declaraciones a la prensa. Julio César Sarango, representante legal de Verónica Sarauz, señaló que Christiansen indicó haber entregado dos dispositivos electrónicos para que sean revisados por la Fiscalía, y reiteró que Serrano “es inocente”.
Por su parte, Patricio Rosero, abogado de las hijas de Villavicencio, calificó la diligencia como “un espectáculo” y sostuvo que la compareciente “se negó a responder preguntas e incluso faltó al respeto a las víctimas”. Según Rosero, Christiansen intentó justificar la declaración de René Coronel, excoordinador de la cárcel de Cañar, quien afirmó haberse reunido con ella en Estados Unidos para solicitar ayuda en la pericia de una llamada telefónica relacionada con el caso.
En su intervención, Rosero añadió que Coronel habría señalado que esa gestión buscaba evitar “una situación de extorsión”.
La segunda versión del día fue la de César Sáenz, quien colaboró con Villavicencio durante la campaña electoral. Sáenz explicó que su testimonio se centró en los vehículos blindados que fueron entregados al entonces candidato como parte de su esquema de seguridad.
Entre las personas convocadas que no asistieron figura Paco Alcocer, señalado como supuesto operador del prófugo Xavier Jordán. De acuerdo con la investigación, Alcocer habría entregado USD 200.000 a Marcelo Lasso para inducir un cambio en su testimonio.
