QUITOTENDENCIAS

Con acciones técnicas y de conservación se mantiene el abastecimiento de agua potable en el DMQ 

El 85% del agua que se distribuye en los hogares del Distrito Metropolitano de Quito proviene de nuestros páramos, a través de ríos, embalses, lagos y vertientes; recorre kilómetros de distancia desde áreas declaradas de protección hídrica, en reservas nacionales, en donde se ha realizado un trabajo de conservación.

El abastecimiento de agua para el DMQ se gestiona a través de tres sistemas más grande: 

Sistema Papallacta Integrado

A 3.900 metros sobre el nivel del mar se encuentra la Reserva Cayambe-Coca, en donde la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps-Agua de Quito) mantiene tres reservas de agua cruda (embalses): Salve Faccha, Mogotes y Sucus.

El Sistema Integrado Papallacta se abastece de fuentes de agua superficial y de estos embalses que alimentan a las plantas de potabilización Bellavista y Paluguillo que, a su vez, distribuyen el líquido vital al 45% de la población del DMQ, en todo el norte de la ciudad (desde la Av. Naciones Unidas hacia el norte incluyendo Pomasqui, San Antonio, Calacalí, Calderón, Cumbayá, Nayón, Zámbiza y Llano Chico) y desde las planta Paluguillo a las parroquias orientales (Pifo, Puembo, Tababela, Yaruquí, Checa, Quinche y Guayllabamba).

El Embalse Salve Faccha está construido en el cauce del río del mismo nombre y reserva aproximadamente 12 millones de metros cúbicos, de los cuales 10,5 millones de metros cúbicos representan el volumen útil.

Su conducción tiene una longitud de 35.5 km y su capacidad es de 900 litros por segundo. Mogotes y Sucus son embalses de menor tamaño.

Sistema Captaciones Orientales

El agua proveniente de Río Pita es conducida a las plantas de tratamiento de agua potable Puengasí, con el fin de solventar la demanda del 27% de la población ubicada entre las Avs. Morán Valverde y Naciones Unidas y su caudal apoya a la planta Conocoto, en el valle de los Chillos.  Este sistema no cuenta con reserva de agua cruda (embalse).

Sistema La Mica – Quito Sur

El embalse La Mica se abastece de los ríos Antisana, Jatunhuayco y Diguchi, ubicados en las faldas del volcán Antisana a 3900 metros sobre el nivel del mar y sus reservas (25 millones de metros cúbicos útiles) abastecenal 17% de la población a través de las plantas de tratamiento El Troje que cubre al extremo sur de la ciudad. El Sistema Mica – Quito Sur empezó a operar en el año 2000. Su capacidad es de 1.500 litros por segundo.

Impacto de la sequía extrema en la dotación de agua potable 

Las reservas de agua almacenadas en los páramos, el aporte de los ríos, vertientes y los cuatro embalses se han visto afectados por la falta de lluvias; sin embargo, debido a  las acciones de conservación de las fuentes de agua realizadas durante 25 años y a las medidas operativas aplicadas en época de alta precipitación como los trabajos preventivos en época seca en las fuentes, han permitido mantener la entrega de agua en los volúmenes requeridosen las plantas de tratamiento asociadas a los sistemas Mica-Quito Sur y Papallacta Integrado. 

El sistema Pita-Puengasí, al no tener una reserva de agua cruda (embalse), depende exclusivamente del caudal disponible en el río, el mismo que disminuyó por la falta de lluvias en la fuente, por lo que fue necesario aplicar racionamientos preventivos en la distribución de agua a los hogares, para mantener la operatividad de la planta de tratamiento Puengasí y asegurar la disponibilidad del agua potable para la mayor parte de la población abastecida por esta planta.

El racionamiento preventivo, que se aplicó en el 5,6% de la población del DMQ, concluyó este 9 de diciembre, gracias a las lluvias consecutivas registradas en los últimos días. 

Las fuentes de agua y los cuatro embalses son monitoreados las 24 horas del día por sistemas informáticos automatizados, lo que permite registrar y analizar los niveles y caudales en tiempo real.

Aunque los niveles actuales permiten mantener las operaciones regulares, la Epmaps hace un llamado permanente a la ciudadanía para mantener el compromiso de reducir el consumo excesivo.

La corresponsabilidad de todos los quiteños es clave para enfrentar este desafío y garantizar el acceso al agua para futuras generaciones.

 

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