INTERNACIONALMUNDOOPINIÓNPOLITICASEGURIDADTENDENCIAS

Asesinato de un alcalde mexicano cuestiona la estrategia anticrimen de Sheinbaum

El alcalde Carlos Manzo, famoso por perseguir criminales desde un helicóptero, siempre con su sombrero vaquero, se había convertido en referente para muchos mexicanos hartos de la inseguridad. Su asesinato cuestiona ahora la estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum contra los cárteles.

En poco más de un año al frente del municipio de Uruapan, en el estado de Michoacán, algunos comenzaron a llamarlo «El Bukele mexicano» porque, como el presidente salvadoreño, pedía «abatir» a los narcos que se resistiesen a ser detenidos en esa importante región agrícola estremecida por la violencia.

Esa política «está mal», criticó en su momento Sheinbaum.

Pese a llevar una nutrida escolta, el alcalde, que abandonó el partido de Sheinbaum en 2024 y se presentaba como independiente, fue asesinado este sábado durante un evento público por la festividad del Día de Muertos.

Un gatillero se le acercó y le disparó reiteradamente. Detrás de su asesinato está un grupo del crimen organizado, aseguró el lunes el gobierno estatal sin precisar cuál. Al menos cinco cárteles operan en la región, encabezados por el poderoso Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Manzo utilizaba las redes sociales para pedir apoyo federal en el combate a las bandas y para criticar la estrategia del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), quien bajo el lema «abrazos, no balazos», prefirió evitar el choque con los criminales.

«Estos serán los abrazos que les daremos a los delincuentes», escribió Manzo en Facebook en mayo para acompañar el video de una persecución contra presuntos ladrones desde un helicóptero.

A diferencia de su antecesor y mentor, Sheinbaum ha multiplicado las detenciones y los operativos contra los cárteles. La mandataria presume de una disminución de los homicidios, que en septiembre de 2025 promediaron 59,5 casos diarios frente a 86,9 en el mismo mes de 2024, según cifras oficiales. Pero el asesinato de Manzo pone en duda los alcances de su estrategia, que ella misma reconoció es necesario «reforzar».

Cientos de personas salieron a las calles en Michoacán para exigir justicia por el asesinato del edil.

Decenas portaban un sombrero como el que hizo célebre el alcalde asesinado, cuya silueta aparecía en las pancartas de condena al crimen.

Manzo «decidió romper con la inercia que tenía el municipio de Uruapan de sinergia con los cárteles», dice a AFP el analista en seguridad David Saucedo, al explicar su popularidad.

Por ello, se volvió blanco de al menos dos grupos que luchan por el control de las rutas del narcotráfico en esa región: el CJNG y los Caballeros Templarios, añade.

Los narcotraficantes han ampliado además sus operaciones hacia la extorsión, que aquí afecta principalmente a productores agrícolas. Hace dos semanas fue asesinado Bernardo Bravo, líder de los limoneros en Michoacán.

Uruapan es el epicentro de la producción de aguacate en el estado, cuyos envíos a Estados Unidos representan unos USD 3 000 millones al año para México.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *